Martinrea Eslovaquia acogió a refugiados que huían de la guerra de Ucrania y ayudó a dar a los que sufrían pérdida de audición la oportunidad de trabajar en la empresa. Esto fue posible gracias a que el gobierno eslovaco aprobó una ley que permitía a los refugiados ucranianos poder trabajar en el país. Martinrea Eslovaquia contrató a 18 empleados ucranianos con trastornos auditivos y contó con la colaboración de la Asociación Eslovaca de Gesters, que ofreció formación específica a los nuevos miembros del equipo.